miércoles, 29 de enero de 2014

EL POTENCIAL DE LAS CÉLULAS MADRE ADULTAS


Actualmente ya sabemos que las CMA son células indiferenciadas o primitivas que pueden auto-renovarse y diferenciarse en células especializadas de varios tejidos. Aunque las CMA se encuentran predominantemente en la médula ósea, también pueden ser aisladas de varios tejidos, tales como el hígado, el intestino, los músculos, el cerebro, el páncreas, así como la sangre y muchos otros tejidos.


La función de las CMA que se encuentran en los tejidos es la de mantener y reparar el tejido en el cual están ubicadas, aunque las células madre locales al parecer están involucradas únicamente en reparaciones relativamente menores del tejido que ocupan. En caso de daño mayor o degeneración, la necesidad de células madre es mucho mayor que el número de células madre disponibles en el tejido, y las células madre que provienen de la médula ósea (BMSC, o Bone Marrow Stem Cells) son llamadas a contribuir en el proceso de reparación.

Tradicionalmente las BMSC han sido consideradas como células con poco potencial de plasticidad, siendo limitadas en su desarrollo para convertirse en glóbulos rojos, linfocitos, plaquetas, tejido óseo y conectivo. Sin embargo, mucho trabajo científico ha sido publicado en los últimos años, demostrando la excepcional plasticidad de las BMSC.

Después de su trasplante, se ha observado que las células de la médula ósea y las células madre hematopoiéticas enriquecidas (HSC, o Hematopoietic Stem Cells) tienen la capacidad de convertirse en células musculares, células del corazón, células endoteliales capilares, células del hígado, de los pulmones, del intestino y células de la piel, así como células neurales.


El Dr. Jang Y.Y., junto con otros colaboradores , llevó a cabo un elegante experimento en el cual se cocultivaron células madre con tejido de hígado, tanto normal como dañado. Las células madre y el tejido del hígado fueron separados por una membrana semi-permeable con poros suficientemente grandes para permitir el paso de las moléculas, pero lo suficientemente pequeños para impedir el paso de células de un compartimento a otro (tamaño del poro de 0,4μm).

MANUELMELENDEZRAMOS@LIVE.COM.MXUsando indicadores tanto para las células madre como para las células hepáticas, los autores documentaron que cuando las células madre fueron puestas en presencia del tejido hepático dañado, rápidamente adoptaron las características de las células hepáticas. En el lapso de ocho horas después de haber estado en contacto con el tejido hepático dañado, las células madre comenzaron su conversión a células hepáticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario